Coquí Melodioso
Nombre Científico: Eleutherodactylus wightmanae
Tamaño: Pequeño
Habitat: Elevaciones Altas en Puerto Rico, desde Maricao hasta El Yunque.
DESCRIPCIÓN
Tamaño. — Especie de tamaño pequeño. Los machos miden un promedio de 19. 1 mm (± 1.0; 16.4–21.0; n = 21) y las hembras 20.3 mm (± 1.5; 16.4–22.5; n = 21), siendo el dimorfismo sexual en tamaño muy poco marcado, ya que las hembras son solamente 6.2 % más grandes que los machos. De las especies de coquíes de Puerto Rico, el Coquí Martillito, Coquí Dorado, Coquí Pitito, Coquí de las Hierbas, Coquí Grillo y Coquí Duende son más pequeños en tamaño que el Coquí Melodioso.
Coloración. — E l color dorsal (Lám. 4.38– 4.40) puede ser desde castaño hasta gris, en ocasiones teñido de color salmón o amarillo rosáceo y con manchas negras u obscuras dorsales y dorsolaterales (Schmidt, 1920; Rivero, 1978; Schwartz & Henderson, 1991). Hay una línea obscura detrás del tímpano, y bandas obscuras en la parte dorsal de las patas traseras (Lám. 4.38; Schmidt, 1920; Rivero, 1978). La parte superior del ojo es gris dorada o dorada, la garganta de los machos es gris con puntos verdosos, y el color ventral del cuerpo y patas traseras es amarillo verdoso o amarilloso (Rivero, 1978). La línea dorsal media está ausente en la mayoría de los individuos, aunque algunos pueden tenerla, y el asiento es generalmente de color obscuro (Joglar, 1981).
Morfología. — Según Rivero (1978) tiene apariencia de un sapo en miniatura ya que no es esbelto como otras especies de coquíes de la Isla. El dorso de algunos individuos posee rugosidades longitudinales (Lám. 4.39; Schmidt, 1920) y el de otros, verrugas pequeñas (Joglar, 1981). Los discos de la mano son generalmente espatulados (algo redondeados en algunos individuos), el abdomen es algo granular, el canthus rostralis es generalmente concavo en su dimensión longitudinal y los tuberculos subarticulares son redondos y prominentes (Joglar, 1981). Los odontóforos vomerianos son cortos, ya que no se extienden lateralmente al margen externo de las coanas (Joglar, 1989). Los discos digitales son pequeños y la proporción del ancho del disco en relación al largo del cuerpo es la tercera más pequeña de las especies de la Isla (Joglar, 1981), lo que refleja sus hábitos terrestres. El número diploide de cromosomas (Fig. 4.23) es 26 (Drewry, 1970; Bogart, 1981).
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Especies parecidas. — Aunque varias de las especies de coquíes de Puerto Rico se parecen entre sí, el Coquí Melodioso se puede distinguir de las otras especies por su apariencia particular de coquí poco esbelto y pequeño y por su dorso granular, hábitat, y voz.
DISTRIBUCIÓN
La especie es conocida principalmente de las tierras altas del interior de Puerto Rico, desde Maricao en el oeste hasta El Yunque en el este (Schwartz & Thomas, 1975; Rivero, 1978; Schwartz & Henderson, 1988; 1991). La distribución altitudinal va desde 150 (Drewry & Rand, 1983) a 1189 metros sobre el nivel del mar (Schwartz & Thomas, 1975; Schwartz & Henderson, 1988; 1991). Ver Mapa 4.14 para distribución de la especie.
HISTORIA NATURAL
Hábitat. — Es una especie principalmente del suelo del bosque; las hembras se encuentran sobre la hojarasca del suelo y los machos trepan un poco sobre la vegetación (Drewry, 1970; Rivero, 1978; Drewry & Rand, 1983). La especie se puede encontrar en el suelo y en arbustos bajos a alturas que fluctúan de cero a 0.4 metros sobre el suelo (Stewart & Woolbright, 1996). Durante el día se refugia debajo de rocas, troncos caídos, hojarasca en el suelo y basura (Rivero, 1978). Los machos llaman desde la superficie de la hojarasca en el suelo o sobre superficies horizontales de vegetación baja, de 0.3 a 0.46 metros del suelo (Drewry, 1970; Rivero, 1978; Drewry & Rand, 1983; Schwartz & Henderson, 1991). En una población que estudiamos en Maricao, los machos llamaban desde hojas horizontales o casi horizontales en arbustos pequeños o vegetación baja a una altura promedio de cerca de medio metro sobre el suelo (= 0.56 m; ± 0.1; 0.38–0.61; n = 5). No conocemos referencias o datos que documenten qué tipo de hábitat utiliza para poner sus camadas.
Hábitos alimentarios. — Lavigne y Drewry (1970) estudiaron los hábitos alimentarios del Coquí Melodioso y a continuación se resumen sus hallazgos. Al igual que en otras especies de coquíes las hembras y los juveniles tienden a alimentarse más temprano en la noche que los machos, pero al parecer es la única especie en la Isla cuyos machos se alimentan mientras cantan. Un estudio detallado de contenido estomacal de machos y hembras reveló que se alimentan de una gran variedad de insectos: ortópteros, psocópteros, coleópteros, homópteros, heminópteros, dípteros, himenópteros, lepidópteros, e isópteros) y de otros invertebrados (arañas, ácaros, diplópodos, quelonétidos, e isópodos. No existe información sobre el contenido estomacal de los juveniles. Las hembras se alimentan exclusivamente de presas que se encuentran en el suelo y los machos principalmente de presas del suelo, aunque también de una pequeñísima cantidad de las que se encuentran en la vegetación. El estudio de Stewart y Woolbright (1996) reveló resultados similares a los de Lavigne y Drewry (1970) pero especificó que las presas más importantes son los quilópodos y diplópodos, ya que constituyen el 30.7 % de su dieta. Estos investigadores encontraron un juvenil de Coquí Común en el estómago de un adulto de Coquí Melodioso y también documentaron que las dietas del Coquí Melodioso y del Coquí Caoba son muy similares, ya que ambas especies se alimentan en la hojarasca.
Depredadores y enemigos naturales. — No conocemos ninguna referencia sobre este tema, pero probablemente tiene los mismos depredadores y enemigos naturales que el Coquí Común, particularmente aquellos asociados al suelo del bosque
— “Consta de tres a diez silbidos de tono alto, el primero o el primero y el segundo de los cuales son de un tono más bajo y casi inaudible” y “los últimos también disminuyen en tono” (Rivero, 1978). Su llamada y actividad de llamado han sido estudiadas por Drewry (1970) y Drewry y Rand (1983), y a continuación se resumen sus resultados. La especie produce uno o dos tipos de nota por llamada. Del primer tipo de nota la frecuencia dominante es de 2.2 a 2.5 kHz, el número de notas por llamada es de cero a dos, el largo de la nota es de 40 a 60 milisegundos (= msec) y el intervalo entre notas es de 95 a 190 msec. Del segundo tipo de nota la frecuencia dominante es de 3.3 a 4.0 kHz, el número de notas por llamada es de cuatro a ocho, el largo de la nota es de 50 a 80 msec y el intervalo entre notas es de 95 a 190 msec. El patrón de actividad de llamado se caracteriza por tener dos picos de actividad máxima. El primero, que ocurre de mayor intensidad, es poco después del atardecer, y el segundo, al amanecer (ver Figura 2.5). Los machos forman grandes coros compuestos de muchos individuos que cuando cantan dan la impresión de que se trata de un sólo individuo. Los machos producen llamadas unos cerca de los otros y sus llamadas son estimuladas en ocasiones por las luces de automóviles. Los aguaceros pueden causar que los machos dejen de cantar, posiblemente como consecuencia del impacto de las gotas sobre el cuerpo de una especie de tan pequeño tamaño. Al igual que otras especies (Coquí Común, Coquí de Hedrick y Coquí de la Montaña), el Coquí Melodioso produce cortas llamadas agresivas en defensa de, y desde, refugios diurnos (Stewart & Rand, 1991).
Reproducción. — No conocemos ninguna referencia sobre este tema. Al examinar hembras grávidas en colecciones encontramos la siguiente información. Estas fueron colectadas en diferentes épocas del año (marzo, junio y agosto), así que es posible que la especie se reproduzca todo el año, tal como hacen otras especies de coquíes de Puerto Rico. El promedio de huevos encontrados en los oviductos de las hembras (y, posiblemente, el número de huevos por camada) es de cinco (± 0.82; 4–6; n = 4). El diámetro de los huevos es 2.37 mm (± 0.45; 1.7–2.9; n = 6). Las hembras grávidas examinadas miden un promedio de 22.1 mm (± 1.3; 20.2–23.0; n = 4). La especie exhibe cuido parental a cargo de los machos (Townsend, 1996).
CONSERVACIÓN Y MANEJO
Abundancia y fluctuaciones poblacionales. — Las densidades de adultos fluctúan entre cero y cuatro individuos en 100 m2 y sus densidades máximas han sido estimadas en 400 individuos por hectárea (Stewart & Woolbright, 1996). Según nuestras entrevistas y la información de las colecciones consultadas, esta especie era muy abundante durante las décadas de 1960 y 1970 en Sierra de Luquillo (El Yunque y El Verde), Sierra de Cayey y Cordillera Central. Según Rivero (1978) esta era una de las especies más comunes en El Yunque. Nuestras grabaciones de 1977 y notas de campo de 1980 y 1982 indican que todavía en esa época era abundante en muchas localidades de El Yunque. No conocemos referencias o datos sobre fluctuaciones poblacionales de la especie.
Estado actual. — No se sabe con certeza cuál es el estado actual de la especie. Entre 1984 y 1994, al menos en Sierra de Luquillo, la situación poblacional de la especie comienza a contrastar con su situación del pasado, ya que desaparece de algunas localidades y ya no era tan abundante como lo era anteriormente (Joglar y Burrowes, 1991; Joglar, 1992; Joglar & Burrowes, 1993b; 1996). En El Verde la especie muestra disminuciones poblacionales después de 1984, casi no se escuchaba entre 1985 y 1986, se recupera un poco en 1987, y desaparece completamente después del huracán Hugo en 1989 (Stewart, 1995). En una área de estudio en tierras bajas de El Yunque, la especie disminuye en un 31% después de este huracán (Woolbrihgt, 1991). En 1992 era mucho más abundante en Guavate-Carite, Toro Negro y Maricao que en El Yunque (Joglar, 1992, Joglar & Burrowes, 1993b; 1996). Una población que existía cerca de nuestra área de estudio en el bosque de palo colorado fue escuchada por última vez en noviembre de 1991. Según nuestras notas de campo la especie era abundante en esa localidad en 1980 y 1982 y todavía estaba presente cuando comenzamos nuestros muestreos mensuales en 1988. Otra población que existía cerca de nuestro transecto en el bosque enano en Mt. Britton fue vista o escuchada por última vez en febrero de 1992 (Joglar & Burrowes, 1996). Nuestras grabaciones de 1977 documentan que la especie era abundante en esa localidad en esa época y nuestras notas de campo y fotografías muestran que la población todavía existía en esa localidad entre 1989 y 1992. Algunas poblaciones de Coquí Melodioso en El Yunque parecen mostrar alguna recuperación a partir de 1995 en elevaciones bajas e intermedias. Ese año, en el área de Bisley (en tierras bajas) observamos más individuos que en años anteriores. Hemos observado que la especie parece haber comenzado a recolonizar áreas periféricas a nuestra área de estudio en el bosque de palo colorado, a una elevación de 661 metros. Sin embargo, no hemos observado ninguna recuperación en poblaciones de elevaciones superiores, particularmente en el bosque enano. Ya que estas poblaciones no se han recuperado como uno esperaría si se tratase de fluctuaciones poblacionales naturales, pensamos que se trata de disminuciones poblacionales drásticas que pueden llegar a extinguir poblaciones completas.
Grado de protección actual y sugerido. — En el presente la especie no cuenta con ningún tipo de protección estatal o federal. En varias ocasiones le hemos recomendado al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales de Puerto Rico (DRNA) y al Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre (SFPVS) que el estado poblacional del Coquí Melodioso sea evaluado y que se estudie la necesidad de incluirlo en la lista de especies protegidas. Ver el Apéndice 4 para el detalle de nuestras comunicaciones y gestiones para intentar proteger esta especie. Todas estas recomendaciones hechas a las agencias de protección de especies, a nivel de gobierno estatal y federal, han sido ignoradas y hasta el presente no se ha tomado ninguna medida para implementarlas. El Coquí Melodioso debe ser estudiado cuidadosamente por personas con el peritaje necesario, para determinar si la tendencia de disminución observada por varios expertos en esta especie en El Yunque y El Verde (Joglar y Burrowes, 1991; Woolbright, 1991; Stewart, 1995; Joglar & Burrowes, 1996) ocurre en otras partes de Puerto Rico. De ser así, la especie debe ser protegida como especie vulnerable y su hábitat debe ser protegido y declarado crítico. Ya que se trata de una especie con una distribución limitada a montañas altas y con hábitos muy especializados, tal como lo son otras especies de coquíes puertorriqueños que ya están extintos o cuyas poblaciones están disminuyendo, la especie debería ser considerada susceptible, utilizando la nomenclatura de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
INFORMACIÓN ADICIONAL
Sistemática. — Esta especie ha sido incluida en el grupo auriculatus (Schwartz, 1969; Joglar 1983) y en el grupo unistrigatus (Joglar, 1989). Utilizando información generada por técnicas moleculares, otro investigador la incluye en el subgénero Eleutherodactylus, secciónauriculatus, serie martinicensis, pero no la incluye en ningún grupo de especies (Hedges, 1989). Según otros investigadores la especie pertenece al subgénero Eleutherodactylus, la colocan en la serie abbotti, pero no le asignan grupo (Lynch & Duellman, 1997).
Historia y nomenclatura. — Los primeros ejemplares conocidos de la especie fueron 14 individuos colectados por Karl. P. Schmidt. Seis de estos ejemplares fueron colectados por ese investigador el 5 de septiembre de 1919 en cafetales en Maricao. Los restantes ocho individuos fueron colectados el 30 de septiembre de 1919 en El Yunque, Puerto Rico. Schmidt visitó y trabajó en Puerto Rico, Mona, Vieques y Culebra desde el 3 de agosto al 8 de octubre de 1919, como parte de una expedición del Inventario Científico de Puerto Rico, auspiciado por la Academia de Ciencias de Nueva York, el Museo Americano de Historia Natural y otras instituciones (Schmidt, 1920). La descripción del Coquí Melodioso como especie nueva para la ciencia la publica Schmidt en 1920 como parte un trabajo extenso titulado “Contributions to the Herpetology of Porto Rico” (Schmidt, 1920; 1928). Esta es la octava especie que se describe de las 16 especies de coquíes de Puerto Rico (Thomas & Joglar, 1996). El autor nombra la especie Eleutherodactylus wightmanae en honor a su esposa Margaret Wightman Schmidt, quien lo acompañó en su viaje a Puerto Rico en 1919 (Schmidt, 1920; 1928). No conocemos otro nombre científico (sinónimo) de la especie. El nombre común en español que utilizamos en este libro es el de Coquí Melodioso, que es el nombre que utilizó Rivero en 1978 en su libro Los Anfibios y Reptiles de Puerto Rico. Vélez (1977), en su catálogo de vertebrados de Puerto Rico, utiliza Coquí Melodioso en español y “Melodious Coqui” en inglés. El Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre utiliza el nombre común en inglés de “Wrinkled coqui”.
Para más información sobre las figuras y láminas en el texto anterior refiérase a:
Joglar, R. L. 1998. Los Coquíes de Puerto Rico: Su Historia Natural y Conservación. Editorial de la Universidad de Puerto Rico, San Juan, Puerto Rico.
etiquetas: coquí, melodioso, Eleutherodactylus wightmanae
Tamaño. — Especie de tamaño pequeño. Los machos miden un promedio de 19. 1 mm (± 1.0; 16.4–21.0; n = 21) y las hembras 20.3 mm (± 1.5; 16.4–22.5; n = 21), siendo el dimorfismo sexual en tamaño muy poco marcado, ya que las hembras son solamente 6.2 % más grandes que los machos. De las especies de coquíes de Puerto Rico, el Coquí Martillito, Coquí Dorado, Coquí Pitito, Coquí de las Hierbas, Coquí Grillo y Coquí Duende son más pequeños en tamaño que el Coquí Melodioso.
Coloración. — E l color dorsal (Lám. 4.38– 4.40) puede ser desde castaño hasta gris, en ocasiones teñido de color salmón o amarillo rosáceo y con manchas negras u obscuras dorsales y dorsolaterales (Schmidt, 1920; Rivero, 1978; Schwartz & Henderson, 1991). Hay una línea obscura detrás del tímpano, y bandas obscuras en la parte dorsal de las patas traseras (Lám. 4.38; Schmidt, 1920; Rivero, 1978). La parte superior del ojo es gris dorada o dorada, la garganta de los machos es gris con puntos verdosos, y el color ventral del cuerpo y patas traseras es amarillo verdoso o amarilloso (Rivero, 1978). La línea dorsal media está ausente en la mayoría de los individuos, aunque algunos pueden tenerla, y el asiento es generalmente de color obscuro (Joglar, 1981).
Morfología. — Según Rivero (1978) tiene apariencia de un sapo en miniatura ya que no es esbelto como otras especies de coquíes de la Isla. El dorso de algunos individuos posee rugosidades longitudinales (Lám. 4.39; Schmidt, 1920) y el de otros, verrugas pequeñas (Joglar, 1981). Los discos de la mano son generalmente espatulados (algo redondeados en algunos individuos), el abdomen es algo granular, el canthus rostralis es generalmente concavo en su dimensión longitudinal y los tuberculos subarticulares son redondos y prominentes (Joglar, 1981). Los odontóforos vomerianos son cortos, ya que no se extienden lateralmente al margen externo de las coanas (Joglar, 1989). Los discos digitales son pequeños y la proporción del ancho del disco en relación al largo del cuerpo es la tercera más pequeña de las especies de la Isla (Joglar, 1981), lo que refleja sus hábitos terrestres. El número diploide de cromosomas (Fig. 4.23) es 26 (Drewry, 1970; Bogart, 1981).
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Especies parecidas. — Aunque varias de las especies de coquíes de Puerto Rico se parecen entre sí, el Coquí Melodioso se puede distinguir de las otras especies por su apariencia particular de coquí poco esbelto y pequeño y por su dorso granular, hábitat, y voz.
DISTRIBUCIÓN
La especie es conocida principalmente de las tierras altas del interior de Puerto Rico, desde Maricao en el oeste hasta El Yunque en el este (Schwartz & Thomas, 1975; Rivero, 1978; Schwartz & Henderson, 1988; 1991). La distribución altitudinal va desde 150 (Drewry & Rand, 1983) a 1189 metros sobre el nivel del mar (Schwartz & Thomas, 1975; Schwartz & Henderson, 1988; 1991). Ver Mapa 4.14 para distribución de la especie.
HISTORIA NATURAL
Hábitat. — Es una especie principalmente del suelo del bosque; las hembras se encuentran sobre la hojarasca del suelo y los machos trepan un poco sobre la vegetación (Drewry, 1970; Rivero, 1978; Drewry & Rand, 1983). La especie se puede encontrar en el suelo y en arbustos bajos a alturas que fluctúan de cero a 0.4 metros sobre el suelo (Stewart & Woolbright, 1996). Durante el día se refugia debajo de rocas, troncos caídos, hojarasca en el suelo y basura (Rivero, 1978). Los machos llaman desde la superficie de la hojarasca en el suelo o sobre superficies horizontales de vegetación baja, de 0.3 a 0.46 metros del suelo (Drewry, 1970; Rivero, 1978; Drewry & Rand, 1983; Schwartz & Henderson, 1991). En una población que estudiamos en Maricao, los machos llamaban desde hojas horizontales o casi horizontales en arbustos pequeños o vegetación baja a una altura promedio de cerca de medio metro sobre el suelo (= 0.56 m; ± 0.1; 0.38–0.61; n = 5). No conocemos referencias o datos que documenten qué tipo de hábitat utiliza para poner sus camadas.
Hábitos alimentarios. — Lavigne y Drewry (1970) estudiaron los hábitos alimentarios del Coquí Melodioso y a continuación se resumen sus hallazgos. Al igual que en otras especies de coquíes las hembras y los juveniles tienden a alimentarse más temprano en la noche que los machos, pero al parecer es la única especie en la Isla cuyos machos se alimentan mientras cantan. Un estudio detallado de contenido estomacal de machos y hembras reveló que se alimentan de una gran variedad de insectos: ortópteros, psocópteros, coleópteros, homópteros, heminópteros, dípteros, himenópteros, lepidópteros, e isópteros) y de otros invertebrados (arañas, ácaros, diplópodos, quelonétidos, e isópodos. No existe información sobre el contenido estomacal de los juveniles. Las hembras se alimentan exclusivamente de presas que se encuentran en el suelo y los machos principalmente de presas del suelo, aunque también de una pequeñísima cantidad de las que se encuentran en la vegetación. El estudio de Stewart y Woolbright (1996) reveló resultados similares a los de Lavigne y Drewry (1970) pero especificó que las presas más importantes son los quilópodos y diplópodos, ya que constituyen el 30.7 % de su dieta. Estos investigadores encontraron un juvenil de Coquí Común en el estómago de un adulto de Coquí Melodioso y también documentaron que las dietas del Coquí Melodioso y del Coquí Caoba son muy similares, ya que ambas especies se alimentan en la hojarasca.
Depredadores y enemigos naturales. — No conocemos ninguna referencia sobre este tema, pero probablemente tiene los mismos depredadores y enemigos naturales que el Coquí Común, particularmente aquellos asociados al suelo del bosque
— “Consta de tres a diez silbidos de tono alto, el primero o el primero y el segundo de los cuales son de un tono más bajo y casi inaudible” y “los últimos también disminuyen en tono” (Rivero, 1978). Su llamada y actividad de llamado han sido estudiadas por Drewry (1970) y Drewry y Rand (1983), y a continuación se resumen sus resultados. La especie produce uno o dos tipos de nota por llamada. Del primer tipo de nota la frecuencia dominante es de 2.2 a 2.5 kHz, el número de notas por llamada es de cero a dos, el largo de la nota es de 40 a 60 milisegundos (= msec) y el intervalo entre notas es de 95 a 190 msec. Del segundo tipo de nota la frecuencia dominante es de 3.3 a 4.0 kHz, el número de notas por llamada es de cuatro a ocho, el largo de la nota es de 50 a 80 msec y el intervalo entre notas es de 95 a 190 msec. El patrón de actividad de llamado se caracteriza por tener dos picos de actividad máxima. El primero, que ocurre de mayor intensidad, es poco después del atardecer, y el segundo, al amanecer (ver Figura 2.5). Los machos forman grandes coros compuestos de muchos individuos que cuando cantan dan la impresión de que se trata de un sólo individuo. Los machos producen llamadas unos cerca de los otros y sus llamadas son estimuladas en ocasiones por las luces de automóviles. Los aguaceros pueden causar que los machos dejen de cantar, posiblemente como consecuencia del impacto de las gotas sobre el cuerpo de una especie de tan pequeño tamaño. Al igual que otras especies (Coquí Común, Coquí de Hedrick y Coquí de la Montaña), el Coquí Melodioso produce cortas llamadas agresivas en defensa de, y desde, refugios diurnos (Stewart & Rand, 1991).
Reproducción. — No conocemos ninguna referencia sobre este tema. Al examinar hembras grávidas en colecciones encontramos la siguiente información. Estas fueron colectadas en diferentes épocas del año (marzo, junio y agosto), así que es posible que la especie se reproduzca todo el año, tal como hacen otras especies de coquíes de Puerto Rico. El promedio de huevos encontrados en los oviductos de las hembras (y, posiblemente, el número de huevos por camada) es de cinco (± 0.82; 4–6; n = 4). El diámetro de los huevos es 2.37 mm (± 0.45; 1.7–2.9; n = 6). Las hembras grávidas examinadas miden un promedio de 22.1 mm (± 1.3; 20.2–23.0; n = 4). La especie exhibe cuido parental a cargo de los machos (Townsend, 1996).
CONSERVACIÓN Y MANEJO
Abundancia y fluctuaciones poblacionales. — Las densidades de adultos fluctúan entre cero y cuatro individuos en 100 m2 y sus densidades máximas han sido estimadas en 400 individuos por hectárea (Stewart & Woolbright, 1996). Según nuestras entrevistas y la información de las colecciones consultadas, esta especie era muy abundante durante las décadas de 1960 y 1970 en Sierra de Luquillo (El Yunque y El Verde), Sierra de Cayey y Cordillera Central. Según Rivero (1978) esta era una de las especies más comunes en El Yunque. Nuestras grabaciones de 1977 y notas de campo de 1980 y 1982 indican que todavía en esa época era abundante en muchas localidades de El Yunque. No conocemos referencias o datos sobre fluctuaciones poblacionales de la especie.
Estado actual. — No se sabe con certeza cuál es el estado actual de la especie. Entre 1984 y 1994, al menos en Sierra de Luquillo, la situación poblacional de la especie comienza a contrastar con su situación del pasado, ya que desaparece de algunas localidades y ya no era tan abundante como lo era anteriormente (Joglar y Burrowes, 1991; Joglar, 1992; Joglar & Burrowes, 1993b; 1996). En El Verde la especie muestra disminuciones poblacionales después de 1984, casi no se escuchaba entre 1985 y 1986, se recupera un poco en 1987, y desaparece completamente después del huracán Hugo en 1989 (Stewart, 1995). En una área de estudio en tierras bajas de El Yunque, la especie disminuye en un 31% después de este huracán (Woolbrihgt, 1991). En 1992 era mucho más abundante en Guavate-Carite, Toro Negro y Maricao que en El Yunque (Joglar, 1992, Joglar & Burrowes, 1993b; 1996). Una población que existía cerca de nuestra área de estudio en el bosque de palo colorado fue escuchada por última vez en noviembre de 1991. Según nuestras notas de campo la especie era abundante en esa localidad en 1980 y 1982 y todavía estaba presente cuando comenzamos nuestros muestreos mensuales en 1988. Otra población que existía cerca de nuestro transecto en el bosque enano en Mt. Britton fue vista o escuchada por última vez en febrero de 1992 (Joglar & Burrowes, 1996). Nuestras grabaciones de 1977 documentan que la especie era abundante en esa localidad en esa época y nuestras notas de campo y fotografías muestran que la población todavía existía en esa localidad entre 1989 y 1992. Algunas poblaciones de Coquí Melodioso en El Yunque parecen mostrar alguna recuperación a partir de 1995 en elevaciones bajas e intermedias. Ese año, en el área de Bisley (en tierras bajas) observamos más individuos que en años anteriores. Hemos observado que la especie parece haber comenzado a recolonizar áreas periféricas a nuestra área de estudio en el bosque de palo colorado, a una elevación de 661 metros. Sin embargo, no hemos observado ninguna recuperación en poblaciones de elevaciones superiores, particularmente en el bosque enano. Ya que estas poblaciones no se han recuperado como uno esperaría si se tratase de fluctuaciones poblacionales naturales, pensamos que se trata de disminuciones poblacionales drásticas que pueden llegar a extinguir poblaciones completas.
Grado de protección actual y sugerido. — En el presente la especie no cuenta con ningún tipo de protección estatal o federal. En varias ocasiones le hemos recomendado al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales de Puerto Rico (DRNA) y al Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre (SFPVS) que el estado poblacional del Coquí Melodioso sea evaluado y que se estudie la necesidad de incluirlo en la lista de especies protegidas. Ver el Apéndice 4 para el detalle de nuestras comunicaciones y gestiones para intentar proteger esta especie. Todas estas recomendaciones hechas a las agencias de protección de especies, a nivel de gobierno estatal y federal, han sido ignoradas y hasta el presente no se ha tomado ninguna medida para implementarlas. El Coquí Melodioso debe ser estudiado cuidadosamente por personas con el peritaje necesario, para determinar si la tendencia de disminución observada por varios expertos en esta especie en El Yunque y El Verde (Joglar y Burrowes, 1991; Woolbright, 1991; Stewart, 1995; Joglar & Burrowes, 1996) ocurre en otras partes de Puerto Rico. De ser así, la especie debe ser protegida como especie vulnerable y su hábitat debe ser protegido y declarado crítico. Ya que se trata de una especie con una distribución limitada a montañas altas y con hábitos muy especializados, tal como lo son otras especies de coquíes puertorriqueños que ya están extintos o cuyas poblaciones están disminuyendo, la especie debería ser considerada susceptible, utilizando la nomenclatura de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
INFORMACIÓN ADICIONAL
Sistemática. — Esta especie ha sido incluida en el grupo auriculatus (Schwartz, 1969; Joglar 1983) y en el grupo unistrigatus (Joglar, 1989). Utilizando información generada por técnicas moleculares, otro investigador la incluye en el subgénero Eleutherodactylus, secciónauriculatus, serie martinicensis, pero no la incluye en ningún grupo de especies (Hedges, 1989). Según otros investigadores la especie pertenece al subgénero Eleutherodactylus, la colocan en la serie abbotti, pero no le asignan grupo (Lynch & Duellman, 1997).
Historia y nomenclatura. — Los primeros ejemplares conocidos de la especie fueron 14 individuos colectados por Karl. P. Schmidt. Seis de estos ejemplares fueron colectados por ese investigador el 5 de septiembre de 1919 en cafetales en Maricao. Los restantes ocho individuos fueron colectados el 30 de septiembre de 1919 en El Yunque, Puerto Rico. Schmidt visitó y trabajó en Puerto Rico, Mona, Vieques y Culebra desde el 3 de agosto al 8 de octubre de 1919, como parte de una expedición del Inventario Científico de Puerto Rico, auspiciado por la Academia de Ciencias de Nueva York, el Museo Americano de Historia Natural y otras instituciones (Schmidt, 1920). La descripción del Coquí Melodioso como especie nueva para la ciencia la publica Schmidt en 1920 como parte un trabajo extenso titulado “Contributions to the Herpetology of Porto Rico” (Schmidt, 1920; 1928). Esta es la octava especie que se describe de las 16 especies de coquíes de Puerto Rico (Thomas & Joglar, 1996). El autor nombra la especie Eleutherodactylus wightmanae en honor a su esposa Margaret Wightman Schmidt, quien lo acompañó en su viaje a Puerto Rico en 1919 (Schmidt, 1920; 1928). No conocemos otro nombre científico (sinónimo) de la especie. El nombre común en español que utilizamos en este libro es el de Coquí Melodioso, que es el nombre que utilizó Rivero en 1978 en su libro Los Anfibios y Reptiles de Puerto Rico. Vélez (1977), en su catálogo de vertebrados de Puerto Rico, utiliza Coquí Melodioso en español y “Melodious Coqui” en inglés. El Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre utiliza el nombre común en inglés de “Wrinkled coqui”.
Escuche la voz del coquí melodioso aquí abajo:
Para más información sobre las figuras y láminas en el texto anterior refiérase a:
Joglar, R. L. 1998. Los Coquíes de Puerto Rico: Su Historia Natural y Conservación. Editorial de la Universidad de Puerto Rico, San Juan, Puerto Rico.
etiquetas: coquí, melodioso, Eleutherodactylus wightmanae
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