Todavía se usa tirar sal por encima del hombro para ahuyentar la mala suerte.
En los pueblos, cuando veían a alguien bizco, pellizcaban al que tuvieran al lado para ahuyenta la mala suerte. Y el primero en avistar a una persona coja o con joroba, daba tres goplecitos donde fuera para la buena suerte.
Aún hay embarazadas que ponen un cuchillo y una cuchara debajo de la almohada ántes de dormir. Al despertarse, si al meter la mano sin mirar sacan el cuchillo, tendrán un varón y si es cuchara será nena.
Antes, cuando alguien moría, no se ponía al lado del radio, ni se oía música, ni realizaban actividades, hasta que no pasaran 9 días.
No se botaba el pan viejo sin ántes besarlo porque a lo mejor algún día haría falta. Si lo besaban Dios siempre les daría pan.
La noche de San Juan, ponían tres habichuelas bajo la almohada:una con la cáscara, otra a medio pelar y otra pelada. Si al otro día sacabas la pelada, te casarías con un pelado. La media pelada con alguien con chavitos y si tenia cáscara entera con un rico.
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