Recordamos la vida del hombre que inspiró a "La Tierra de Gigantes"
Hablamos de Carolina y, de inmediato, la nombramos como "La Tierra de Gigantes". Pero, más allá de las figuras de la literatura, la música y las artes que este pueblo ha dado, tuvo a un gigante real. Su hombre fue Felipe Birriel Fernández y vivió una vida que, aunque pareciera llevarlo por todo alto, estuvo cargada de lucha y pesares tanto de salud como en lo económico.
Aun así, su pueblo siempre lo recuerda como una figura que, pese a todo pronóstico de salud, mantuvo su frente en alto casi por ocho décadas. Una vida difícil, pero nunca olvidada.
A continuación, 10 puntos para recordar a "El Gigante de Carolina":
1. Nació el 16 de agosto del 1917. A los 17 años, comenzó a sufrir gigantismo y no le aseguraban que llegaría a los 40 años de edad. “Todo comenzó con mareos y unos sudores fríos, acompañados por una debilidad que no le permitía moverse”, sostuvo el doctor Manuel Paniagua. Este eminente galeno fue quien le informó que, debido a razones desconocidas, su glándula pituitaria se había convertido en un tumor. Esta condición sólo podía ser tratada, pero no curada.
2. Alcanzó 7 pies con once pulgadas de estatura.
3. Fue uno de siete hijos de don Pedro Birriel y dona Dionisia Fernández, pobres campesinos asentados en los cañaverales que se extendían por las colindancias de Carolina. Tanto los hermanos como su madre eran de baja estatura. El padre media 5 pies con 6 pulgadas, aunque el gigantismo también se manifestó en un hijo de un sobrino de don Felipe.
4. Nunca pasó del segundo grado en la escuela primaria y, de niño, se fue a trabajar en las cañas. A los 30 años de edad, lo descubrieron los contratistas de espectáculos que lo utilizaron como atracción circense.
5. Apareció en varias películas, hizo anuncios de publicidad y hasta figuró de modelo en promociones baloncelísticas (aunque nunca jugó baloncesto), para convertirse en personalidad célebre que viajó fuera de Puerto Rico en ferias y veladas multitudinarias.
Hablamos de Carolina y, de inmediato, la nombramos como "La Tierra de Gigantes". Pero, más allá de las figuras de la literatura, la música y las artes que este pueblo ha dado, tuvo a un gigante real. Su hombre fue Felipe Birriel Fernández y vivió una vida que, aunque pareciera llevarlo por todo alto, estuvo cargada de lucha y pesares tanto de salud como en lo económico.
Aun así, su pueblo siempre lo recuerda como una figura que, pese a todo pronóstico de salud, mantuvo su frente en alto casi por ocho décadas. Una vida difícil, pero nunca olvidada.
A continuación, 10 puntos para recordar a "El Gigante de Carolina":
1. Nació el 16 de agosto del 1917. A los 17 años, comenzó a sufrir gigantismo y no le aseguraban que llegaría a los 40 años de edad. “Todo comenzó con mareos y unos sudores fríos, acompañados por una debilidad que no le permitía moverse”, sostuvo el doctor Manuel Paniagua. Este eminente galeno fue quien le informó que, debido a razones desconocidas, su glándula pituitaria se había convertido en un tumor. Esta condición sólo podía ser tratada, pero no curada.
2. Alcanzó 7 pies con once pulgadas de estatura.
3. Fue uno de siete hijos de don Pedro Birriel y dona Dionisia Fernández, pobres campesinos asentados en los cañaverales que se extendían por las colindancias de Carolina. Tanto los hermanos como su madre eran de baja estatura. El padre media 5 pies con 6 pulgadas, aunque el gigantismo también se manifestó en un hijo de un sobrino de don Felipe.
4. Nunca pasó del segundo grado en la escuela primaria y, de niño, se fue a trabajar en las cañas. A los 30 años de edad, lo descubrieron los contratistas de espectáculos que lo utilizaron como atracción circense.
5. Apareció en varias películas, hizo anuncios de publicidad y hasta figuró de modelo en promociones baloncelísticas (aunque nunca jugó baloncesto), para convertirse en personalidad célebre que viajó fuera de Puerto Rico en ferias y veladas multitudinarias.
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