Coquí Duende
Nombre Científico: Eleutherodactylus unicolor
Tamaño: Pequeño
Habitat: Picos más elevados del Bosque Experimental de Luquillo
DESCRIPCIÓN
Tamaño. — Especie de tamaño pequeño. Los machos miden un promedio de 15.0 mm (± 0.5; 14.2–15.5; n =5) y las hembras 16.1 mm (± 0.9; 14.5–17.3; n = 6), siendo el dimorfismo sexual en tamaño poco marcado, ya que las hembras son solamente 7.3 % más grandes que los machos. El Coquí Duende es la especie más pequeña de los coquíes de Puerto Rico.
Coloración. — El color dorsal (Lám. 4.35–4.37) es castaño, con una serie de puntos claros que parecen formar unas líneas dorsolaterales desde los ojos hasta los muslos (Stejneger, 1904; Rivero, 1978). A cada lado hay dos manchas obscuras y alargadas (Lám. 4.35–4.37), una detrás del ojo y la otra en la región inguinal, extendiéndose hasta la joroba sacral (Rivero, 1978). El color ventral es castaño con pequeños puntos claros (Rivero, 1978).
Morfología. — Coquí “regordete” en apariencia (Rivero, 1978) y con muslos cortos y gruesos (Lám. 4.35). Especie con dimorfismo sexual, donde los machos se caracterizan por tener el hocico más estrecho y puntiagudo y el espacio entre los ojos es menor que en las hembras (Rivero, 1978). Los discos digitales son extremadamente pequeños y puntiagudos y la proporción del ancho del disco en relación al largo del cuerpo es la menor de las especies de la Isla. No tiene tubérculos palmares (Stejneger, 1904; Joglar, 1989). Los odontóforos vomerianos son cortos, ya que no se extienden lateralmente al margen externo de las coanas (Joglar, 1989). El tímpano es pequeño y de una tercera parte del diámetro del ojo (Stejneger, 1904). El número diploide de cromosomas (Fig. 4. 21) es 30 (Drewry, 1970; Bogart, 1981).
Ilustraciones. — Dibujos: Stejneger, 1904: 597 (Fig. 35–39; Schmidt, 1928: 66 (Fig. 22). Fotografías: Schmidt, 1928: 67 (Fig. 23); Rivero, 1978: Lámina 18 (Fig. 2) y Lámina 19 (Fig. 1); este volumen (Lám. 4.35–4.37).
Especies parecidas. — Aunque varias de las especies de coquíes de Puerto Rico se parecen entre sí, el Coquí Duende se puede distinguir de las otras especies por su apariencia particular de coquí gordito y pequeño, muslos cortos y gruesos, hábitat y voz.
DISTRIBUCIÓN
La especie es conocida únicamente de los picos más elevados del Bosque Experimental de Luquillo (Schwartz & Thomas, 1975; Rivero, 1978; Schwartz & Henderson, 1988; 1991), comúnmente conocido como El Yunque, en el este de Puerto Rico. La distribución altitudinal es desde 674 a 1045.5 metros sobre el nivel del mar (Schwartz & Henderson, 1991). Ver Mapa 4.13 para distribución de la especie.
HISTORIA NATURAL
Hábitat. — El Coquí Duende vive en contacto con el suelo y está limitado al bosque enano de El Yunque (Drewry, 1970; Rivero, 1978). Habita bajo el suelo en madrigueras subterráneas o entre raíces (Drewry & Rand, 1983), o bajo musgo, rocas, raíces (Rivero, 1978) y hojarasca en el suelo. No conocemos referencias o datos que documenten qué tipo de hábitat utiliza como refugio diurno o para poner sus camadas, pero es muy probable que haga ambas cosas bajo el suelo o en vegetación en el suelo. Los machos llaman de 20 a 70 mm bajo la superficie de la hojarasca (Drewry & Rand, 1983), desde cavidades en raíces de helechos arbóreos (Schwartz & Henderson, 1991), bajo el suelo entre raíces o sobre raíces expuestas sobre el suelo.
Hábitos alimentarios. — No conocemos ninguna referencia sobre este tema. Seguramente se alimenta de insectos y otros artrópodos que se encuentran en el suelo del bosque enano en El Yunque.
Depredadores y enemigos naturales. — No conocemos ninguna referencia sobre este tema, pero probablemente tiene los mismos depredadores y enemigos naturales que el Coquí Común, particularmente aquellos asociados al suelo del bosque enano (ver esta sección bajo Coquí Común en el Capítulo 2).
Comportamiento. — A diferencia de las otras especies de coquíes en la Isla, está activa en las noches más frías (Drewry, 1970). El patrón de actividad, y posiblemente de fluctuaciones poblacionales, de la población estudiada por nosotros cerca de Mt. Britton está correlacionado negativamente con la temperatura (coef. corr. = –0.57; ver Capítulo 6). Esto significa que a medida que la temperatura del aire aumenta su actividad disminuye y, de igual manera, cuando la temperatura disminuye, su actividad aumenta. Parece ser una especie muy sensible a la temperatura y que no es capaz de tolerar temperaturas altas. Cuando la temperatura promedio del bosque enano sobrepasa los 19°C la especie deja de estar activa, deja de llamar y parece estar ausente del bosque. La especie está activa todo el año menos los meses más calurosos, que son generalmente de septiembre a noviembre (ver Capítulo 6). Los machos llaman toda la noche, desde poco antes de atardecer hasta poco después de amanecer (Drewry, 1970). Durante el día se pueden escuchar algunos machos cantando, lo que parece indicar que la especie está activa o parcialmente activa durante el día. Ver las siguientes secciones bajo esta especie: Hábitat y Llamada.
Llamada. — La llamada del Coquí Duende suena como cuando uno pasa el dedo por los dientes de una peinilla o cuando uno le da cuerda a un reloj (Rivero, 1978). Su llamada y actividad de llamado ha sido estudiada por Drewry (1970) y Drewry y Rand (1983), y a continuación se resumen sus resultados. La especie produce un sólo tipo de nota por llamada y la frecuencia dominante es de 3.5 a 3.8 kHz. El número de notas por llamada es de ocho a diez, el largo de la nota es de 8 a 25 milisegundos (= msec) y el intervalo entre notas es de 30 a 40 msec. La actividad de llamado (Figura 2.5) comienza un poco antes del atardecer y termina un poco después de amanecer, alcanzando la actividad máxima entre una hora y media después de atardecer hasta una hora y media antes de amanecer. Según estos autores, el Coquí Duende, al igual que el Coquí Caoba y Coquí Palmeado, son las únicas especies que llaman durante las noches más frías del invierno, cuando las temperaturas bajan hasta 16 ó 17°C.
Reproducción. — En nuestra área de trabajo en el bosque enano hemos capturado hembras grávidas en los meses de marzo y abril. Una de estas hembras fue capturada debajo de la hojarasca, a 40 centímetros de un macho que se encontraba cantando, y la otra fue encontrada sobre la hojarasca. Estas hembras midieron 16.8 y 16.5 milímetros respectivamente (= 16.65 mm). Los machos llaman bajo o entre la hojarasca y sobre raíces expuestas sobre el suelo, y miden un promedio de 15.7 mm (± 0.82; 15.0–16.6; n = 3). También hemos capturado juveniles en los meses de febrero, marzo y noviembre y midieron un promedio de 7.57 milímetros (± 1.27; 6.2–8.7; n =3). Es posible que la especie se reproduzca durante todo el año, ya que se han encontrado hembras grávidas en marzo y abril y juveniles en febrero, marzo y noviembre. Sin embargo, ya que la mayoría de estos individuos fueron encontrados en la época fría, es posible que exista más actividad reproductiva durante los meses más fríos, que generalmente son de enero a marzo. No conocemos ninguna referencia en la literatura sobre tamaño o hábitat de las camadas. El número de huevos desarrollados encontrados en los oviductos de una hembra grávida fue cinco y el tamaño promedio de estos huevos fue 2.0 milímetros (± 0.1; 1.9–2.1; n =3). Al parecer, la especie tiene cuidado parental a cargo de los machos (Townsend, 1996).
CONSERVACIÓN Y MANEJO
Abundancia y fluctuaciones poblacionales. — La especie parece ser abundante en los lugares donde se encuentra. En nuestra área de trabajo cerca de Mt. Britton, en noches de mucha actividad, podemos escuchar un macho cantando cada 3.7 m2. Si estimamos que por cada macho que canta exista otro que no esté cantando y que debe haber igual número de hembras que de machos, el estimado sería un individuo adulto por metro cuadrado. Las fluctuaciones poblacionales de la especie son explicadas en el Capítulo 6.
Estado actual. — No se sabe con certeza cuál es el estado actual de la especie. Aunque la población que hemos estudiado no parece estar disminuyendo, no conocemos la condición de otras poblaciones. Ya que se trata de una especie con una distribución limitada a un área muy pequeña y con hábitos muy especializados, tal como lo son otras especies de coquíes puertorriqueños que ya están extintos o cuyas poblaciones están disminuyendo, la especie debería ser evaluada cuidadosamente a largo plazo.
Grado de protección actual y sugerido. — En el presente, la especie no cuenta con ningún tipo de protección estatal o federal. En varias ocasiones le hemos recomendado al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales de Puerto Rico (DRNA) y al Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre (SFPVS) que el Coquí Duende debe ser evaluado cuidadosamente. Ver el Apéndice 4 para el detalle de nuestras comunicaciones y gestiones para intentar proteger esta especie.
INFORMACIÓN ADICIONAL
Sistemática. — Esta especie ha sido incluida en el grupo auriculatus (Schwartz, 1969; Joglar 1981) y en el grupo unistrigatus (Joglar, 1989). Utilizando información generada por técnicas moleculares, otro investigador la incluye en el subgénero Eleutherodactylus, sección auriculatus, serie martinicensis, pero no la incluye en ningún grupo de especies (Hedges, 1989). Otros investigadores la incluyen en el subgénero Euhyas, pero no le asignan serie o grupo (Lynch & Duellmam, 1997).
Historia y nomenclatura. — El primer ejemplar conocido de la especie fue colectado por Leonhard Stejneger el 26 de febrero de 1900 en El Yunque (Stejneger, 1904). Stejneger era el curador de herpetología de Museo Nacional de los Estados Unidos y trabajó en Puerto Rico del 12 de febrero al 19 de abril de 1900 con el objetivo de colectar anfibios y reptiles para su museo (Thomas & Joglar, 1996). La descripción del Coquí Duende como especie nueva para la ciencia la publica Stejneger en 1904 como parte un trabajo muy extenso titulado “The Herpetology of Porto Rico” (Stejneger, 1094; Thomas & Joglar, 1996). Esta es la cuarta especie que se describe de las 16 especies de coquíes de Puerto Rico (Thomas & Joglar, 1996). El autor nombra la especie Eleutherodactylus unicolor para describir que tiene un sólo color (Stejneger, 1904). No conocemos otro nombre científico (sinónimo) de la especie. El nombre común en español que utilizamos en este libro es el de Coquí Duende, que es el nombre que utilizó Rivero en 1978 en su libro Los Anfibios y Reptiles de Puerto Rico. Sin embargo, existen otros nombres comunes. Vélez (1977), en su catálogo de vertebrados de Puerto Rico, emplea el nombre común de Ranita Duende y, en inglés, “Elfinwood frog” y Rivero (1978) también emplea Duendecito. El Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre también emplea el nombre en inglés de “Burrowing coqui”.
Para escuchar la melodia del coquí Duende aprieta aquí abajo:
Para más información sobre las figuras y láminas en el texto anterior refiérase a:
Joglar, R. L. 1998. Los Coquíes de Puerto Rico: Su Historia Natural y Conservación. Editorial de la Universidad de Puerto Rico, San Juan, Puerto Rico.
etiquetas: coquí, duende, eleutherodactylus unicolor
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